No hay empresa de cierto tamaño y expuesta al mercado que no procure ganar reputación más allá de la que depara su comportamiento estrictamente económico. La reputación corporativa forma parte de esa amplia y heterogénea gama de activos intangibles que disponen de una influencia creciente en el valor de las empresas, coticen o no en mercados organizados de valores....Leer más…